viernes, 16 de mayo de 2008

señoritadevelonegro

Estoy viéndola a la cara. Por fin me muestra su cara debajo de ese velo negro en el que se escondía. Sonríe y tiene un diente chueco, pero eso se ve opacado por la majestuosidad de sus ojos cafés perfectos. Me mira y me dice que la acompañe, que por fin se ha dejado alcanzar, que la perdone por ser tan pero tan rogada. Y su pelo negro ondulado se mueve con el viento que no hay. La tomo de la mano y camino con ella. Por fin la conozco.

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