miércoles, 23 de abril de 2008

noalavejez (oalahijueputez)

Mientras me tomaba un Milo caliente vi una pareja compuesta por un señor mucho mayor que la señora que lo acompañaba. Él, un poco chocho, le pidió a la mesera que le echara azúcar a su café, cuando todos sabemos que el azúcar está ahí, en la mesa, esperando a que uno la tome y la eche "al gusto". La reacción de la mesera: "ahí está el azúcar". La de la acompañante de vida del señor: "tú siempre lo mismo, pareces bajado del monte"

Yo miraba porque soy muy sapo y porque estaba solo y sin iPod. Mi conclusión: no quiero ser viejo porque uno actúa irracionalmente dentro de su propia razón, mejor morir joven y en la cima (Yors). La otra: si llego a ser viejo, que sea solo, o bien acompañado de enfermeras o en su defecto de una vieja que me haya querido siempre, desde el principio. Y no que desde el noviazgo (bella etapa) me recrimine porque le digo a la mesera que le eche azúcar a mi Milo caliente.


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