jueves, 17 de julio de 2008

slowlivin'

Vivo (estoy) de afán. Hoy estuve corriendo de arriba abajo, de izquierda a derecha. Tranquilo, Andrés, que no bordeaba el río. Estuve de afán caminando, caminando. Y caminaba rápido. El almuerzo delicioso y con excelente compañía, pero me di cuenta de mi afán cuando terminé mi plato y el de las realidades paralelas, estrenando look, iba por la mitad del suyo.

Me despedí rápido y seguí de carrera para sentarme en un escritorio y correr desde ahí. Salí y ya el cielo estaba oscuro, las nubes se habían desquitado y se preparaban para llover otra vez. Pero decidí, que si hay slow food, puede haber slow livin'. Y caminé despacio, sin prisa pero sin pausa. Afortunadamente no fui lloviznado otra vez.

Creo que sirve. Escuché más canciones, canté más canciones (a veces no me importa hacer lip sync mudo). Y no quise que el bus rojo fuera más rápido ni hicera menos paradas. Me concentré más bien en las canas muy bien peinadas de un tipo que iba sentado, en las gafas de esa niña blanca-muy-blanca, en los zapatos de esa con la cara aburrida.

Salir, caminar, comer. Vivir despacio. No con pereza: despacio. Porque o si no, como mi crepe, la vida sabrá rico, pero no va a haber tiempo para desmenuzarle el sabor con la lengua. O con los ojos.


1 comentario:

yacasinosoynadie dijo...

que linda reflexión Jean… Aplícala… Por otro lado: mi plato era sustancialmente más grande que el tuyo…