martes, 23 de diciembre de 2008

dreamingnothingmore

Qué sueño más raro. Empezaba en un concierto de The Killers y terminaba conmigo en transición jugando fútbol con todos: el de las mejillas coloradas y el de la sonrisa chueca. Sólo que la transición de lo uno a lo otro vino acompañada de un evento fortuito, bastante posible y lleno de un sentimiento que me hizo levantar azul.

Hace mucho que no me afectaba que el sueño tuviera repercusiones en la mañana. Levantarse pensando que lo que acaba de fabricar la mente pudo haber pasado perfectamente en la realidad inmediata. No saber si distinguir entre lo que no pasó con lo que pasa, para seguir envalentonado en una realidad que podría ser mucho más llevadera.

Hoy las montañas contornean el cielo azul grisoso... Camino hacia los cerros con la mirada fija en esas antenas que están en la cima y una bolsa con mi almuerzo en la mano, a las 5 de la tarde. Por las noches la soledad no desespera, desespera a cualquier hora. A mí sólo me ataca cuando hay una cuenta regresiva al instante en el que quiero verme de nuevo con ese alguien y no puedo esperar a que eso pase. Como con todo: una ansiedad terrible por que las cosas sean y también pase la incertidumbre.


Y sigo como el cielo, azul como esta mañana. Por breves periodos la memoria se defiende y olvida todo, pero luego ataca el recuerdo y vuelve la ansiedad terrible, la que hace que la soledad desespere y la misma que hace que ese momento del encuentro sea aún más fuerte. Mucho más intenso.


1 comentario:

yacasinosoynadie dijo...

me hiciste acordar de una cancionde Bersuit....
cada vez escribes mejor... que buen ritmo...