lunes, 10 de noviembre de 2008

quemequieresamor

La primera cereza del verano. Nada como imaginarse un pasto verde, el sol deslumbrante, un cielo azul como para hacer un chroma y su piel enmarcada por las tiras negras de un vestido. Nada como recurrir al escape de un día que se hizo corto en la oficina con eso: las primeras líneas de un cuento bien escrito, como la vida hoy.

No es optimismo barato, es simplemente realización. El cielo estuvo azul después de una semana llovida, muy llovida. El primer sorbo de café helado por la mañana con el sol causa placer y el camino al trabajo, como todos los lunes, fue algo que se alejó de lo tedioso. Hay mucho que hacer como para aburrirse.

¿Qué me quieres, amor? Y el viento sopla, afuera hace frío pero es como en Rainy Monday, de Shiny Toy Guns: like a day of summer.... Katy se toma la cabeza, la mujer maravilla anuncia una fiesta y un muñeco vudú con mi nombre me mira con dos botones.

Y con la luz blanca de mi rincón, con todo chequeado y una tranquilidad esquiva todo el fin de semana, me doy cuenta (de nuevo) que mi lugar, definitivamente, está afuera.

1 comentario:

yacasinosoynadie dijo...

trip trip trip... que mierda. Amo las mañanas sin sol, cuando amarilla llega con la noche entre las manos..