Nunca había podido descifrar por qué algunas personas no te saludan cuando sí te conocen. Te encuentras con ellas de frente y pareciera que no te vieran. La gente cambia, pero no a ese extremo.
Pero hoy me ví al espejo y no me reconocí a mi mismo.
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3 comentarios:
Eso pasa bastante, Juan, mucho más de lo que uno mismo cree.
A veces es por que andamos aburridos, y no tenemos nada que decir. Pero a lo mejor la próxima vez que nos cruzamos con la misma persona y la reconocemos, tememos algo mas interesante que contar, ahí si vale la pena tomarse el tiempo de parar, evaluar lo bueno que nos ha pasado desde la ultima vez que nos vimos y contarle eso.
es mejor cuando eso apsa...así no tienes que saludarte.
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