Me río mucho con la Rockstar, me río porque la vanalidad con ella no existe y porque le tengo tanta confianza, confianza de sangre, que me quito la máscara. Y me río también porque para afrontar algunos momentos bastante superfluos basta con acordarse de esa frase que me dijo un día y se convirtió en leitmotiv recurrente.
"Y no la llamo"
Rockstar, y si no me llama?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario